Advierto, como advertí en la entrada anterior, que esta entrada es larguiiiiiiísima y en ella voy a copiar las letras de las canciones, que son pura poesía, así como voy a mostrar actuaciones de youtube que me parecen de interés, aparte de mis comentarios, claro.
Título Mediterráneo
Intérprete Joan Manuel Serrat
Tipo de álbum vinilo LP 33 rpm
Fecha del álbum 1971
Discográfica Novola
Adquisición Comprado, a mediados de los noventa en uno de esos mercadillos de vinilos desechados (!)

"Mediterráneo" es ciertamente uno de los grandes éxitos del genio, y es que es una obra completa, redonda.
Nanas de la cebolla
"Aquellas pequeñas cosas", es un poema de recuerdos y fantasmas de la memoria.
Uno se cree
que las mató
el tiempo y la ausencia.
Pero su tren
vendió boleto
de ida y vuelta.
Son aquellas pequeñas cosas,
que nos dejó un tiempo de rosas
en un rincón,
en un papel
o en un cajón.
Como un ladrón
te acechan detrás
de la puerta.
Te tienen tan
a su merced
como hojas muertas
que el viento arrastra allá o aquí,
que te sonríen tristes y
nos hacen que
lloremos cuando
nadie nos ve.
La mujer que todos querríamos, pero por favor no se lo digas nunca: "la mujer que yo quiero".
La mujer que yo quiero, no necesita
bañarse cada noche en agua bendita.
Tiene muchos defectos, dice mi madre,
y demasiados huesos, dice mi padre.
Pero ella es más verdad que el pan y la tierra.
Mi amor es un amor de antes de la guerra
para saberlo...
La mujer que yo quiero, no necesita
deshojar cada noche una margarita.
La mujer que yo quiero, es fruta jugosa
prendida en mi alma como si cualquier cosa.
Con ella quieren dármela mis amigos,
y se amargan la vida mis enemigos...
porque sin querer tú, te envuelve su arrullo
y contra su calor, se pierde el orgullo
y la vergüenza...
La mujer que yo quiero, es fruta jugosa
madurando feliz, dulce y vanidosa.
La mujer que yo quiero, me ató a su yunta,
para sembrar la tierra de punta a punta
de un amor que nos habla con voz de sabio
y tiene de mujer la piel y los labios.
Son todos suyos mis compañeros de antes...
Mi perro, mi Scalextric y mis amantes.
¡Pobre Juanito...!
La mujer que yo quiero, me ató a su yunta:
pero, por favor, no se lo digas nunca.
Pero, por favor, no se lo digas nunca...
La saeta, con Camarón y por bulerías, dos dioses con Tomatito a la guitarra
Con sabor a Machado y a Pérez Galdós, aunque no lo sea, "pueblo blanco" es una descripción del paso lento del tiempo en esos pueblos de la España profunda, la España olvidada.
Colgado de un barranco
duerme mi pueblo blanco
bajo un cielo que, a fuerza
de no ver nunca el mar,
se olvidó de llorar.
Por sus callejas de polvo y piedra
por no pasar, ni pasó la guerra.
Sólo el olvido...
camina lento bordeando la cañada
donde no crece una flor
ni trashuma un pastor.
El sacristán ha visto
hacerse viejo al cura.
El cura ha visto al cabo
y el cabo al sacristán.
Y mi pueblo después
vio morir a los tres...
Y me pregunto por qué nacerá gente
si nacer o morir es indiferente.
De la siega a la siembra
se vive en la taberna.
Las comadres murmuran
su historia en el umbral
de sus casas de cal.
Y las muchachas hacen bolillos
buscando, ocultas tras los visillos,
a ese hombre joven
que, noche a noche, forjaron en su mente.
Fuerte pa' ser su señor.
Tierno para el amor...
Ellas sueñan con él,
y él con irse muy lejos
de su pueblo. Y los viejos
sueñan morirse en paz,
y morir por morir,
quieren morirse al sol.
La boca abierta al calor, como lagartos.
Medio ocultos tras un sombrero de esparto.
Escapad gente tierna,
que esta tierra está enferma,
y no esperes mañana
lo que no te dio ayer,
que no hay nada que hacer.
Toma tu mula, tu hembra y tu arreo.
Sigue el camino del pueblo hebreo
y busca otra luna.
Tal vez mañana sonría la fortuna.
Y si te toca llorar
es mejor frente al mar.
Si yo pudiera unirme
a un vuelo de palomas,
y atravesando lomas
dejar mi pueblo atrás,
juro por lo que fui
que me iría de aquí...
Pero los muertos están en cautiverio
y no nos dejan salir del cementerio.
El "tío Alberto" danza entre la bohemia y la farándula. Me recuerda mucho este tema a Charles Aznavour. Tio Alberto...
Gitano o payo pudo ser
o un aristócrata que ayer
perdió su cetro de oro y su corona.
Camina sobre el bien y el mal
con la cadencia de su vals,
mitad juicio y mitad mueca burlona.
Tío Alberto...
Tío Alberto...
Cató de todos los vinos,
anduvo por mil caminos
y atracó de puerto en puerto.
Entre la ruina y la riqueza,
entre mentiras y promesas,
aún sabe sonreír.
Tío Alberto.
Da todo lo que puede dar,
su casa está de par en par.
Quien quiere entrar, tiene un plato en la mesa.
Pero no os cambia el cielo por
la Orden de la Legión de Honor
que le dio la República Francesa.
Tío Alberto...
Tío Alberto...
Aún tiembla con los motores,
las muchachas y las flores,
con Vivaldi y el Flamenco.
Tiene de un niño la ternura
y de un poeta la locura
y aún cree en el amor.
Tío Alberto.
Por ti valsea en re bemol
agradecido el tibio sol
de este otoño que hiciste primavera.
El vaso de mi juventud,
yo lo levanto a tu salud
Rey del país del sueño y la quimera.
Tío Alberto...
Tío Alberto...
Qué suerte tienes "cochino".
En el final del camino
te esperó la sombra fresca
de una piel dulce de veinte años
donde olvidar los desengaños
de diez lustros de amor,
Tío Alberto.
El paso del tiempo, inexorable. La vida, es decir, una historia de despedida, de cambio, de temor de madre, de desagradecimiento como sólo los hijos podemos ser: "qué va a ser de tí".
Hace más de un año ya
que en casa no está
tu pequeña.
Un lunes de noche la vi salir
con su impermeable amarillo,
sus cosas en un hatillo
y cantando... "quiero ser feliz"...
Te dejó sobre el mantel
su adiós de papel,
tu pequeña.
Te decía que en el alma y la piel
se le borraron las pecas,
y su mundo de muñecas
pasó...
Pasó veloz y ligera
como una primavera
en flor...
Qué va a ser de ti lejos de casa.
Nena, qué va a ser de ti.
Esperaste en el sillón
y luego en el balcón
a la pequeña.
Y de punta a punta de la ciudad
preguntaste a los vecinos
y saliste a los caminos.
Quién sabe por dónde andará...
Y hoy te preguntas por qué
un día se fue
tu pequeña,
si le diste toda tu juventud,
un buen colegio de pago,
el mejor de los bocados
y tu amor...
Amor sobre las rodillas.
Caballito trotador.
Si "poema de amor" es una canción que me emociona, "Lucía" no lo es menos. Una canción sencillamente fundamental.
Vuela esta canción
para ti, Lucía,
la más bella historia de amor
que tuve y tendré.
Es una carta de amor
que se lleva el viento
pintado en mi voz
a ninguna parte
a ningún buzón.
No hay nada más bello
que lo que nunca he tenido.
Nada más amado
que lo que perdí.
Perdóname si
hoy busco en la arena
una luna llena
que arañaba el mar...
Si alguna vez fui un ave de paso,
lo olvidé pa' anidar en tus brazos.
Si alguna vez fui bello y fui bueno,
fue enredado en tu cuello y tus senos.
Si alguna vez fui sabio en amores,
lo aprendí de tus labios cantores.
Si alguna vez amé,
si algún día
después de amar, amé,
fue por tu amor, Lucía,
Lucía...
Tus recuerdos son
cada día más dulces,
el olvido sólo
se llevó la mitad,
y tu sombra aún
se acuesta en mi cama
con la oscuridad,
entre mi almohada
y mi soledad.
"Vagabundear", otra canción de titiriteros y bohemios, de vida sencilla e intensa.
Harto ya de estar harto, ya me cansé
de preguntarle al mundo por qué y por qué.
La Rosa de los Vientos me ha de ayudar
y desde ahora vais a verme vagabundear,
entre el cielo y el mar.
Vagabundear.
Como un cometa de caña y de papel,
me iré tras una nube, pa' serle fiel
a los montes, los ríos, el sol y el mar.
A ellos que me enseñaron el verbo amar.
Soy palomo torcaz,
dejadme en paz.
No me siento extranjero en ningún lugar,
donde haya lumbre y vino tengo mi hogar.
Y para no olvidarme de lo que fui
mi patria y mi guitarra las llevo en mí,
Una es fuerte y es fiel,
la otra un papel.
No llores porque no me voy a quedar,
me diste todo lo que tú sabes dar.
La sombra que en la tarde da una pared
y el vino que me ayuda a olvidar mi sed.
Que más puede ofrecer
una mujer...
Es hermoso partir sin decir adiós,
serena la mirada, firme la voz.
Si de veras me buscas, me encontrarás,
es muy largo el camino para mirar atrás.
Qué más da, qué más da,
aquí o allá...
Que levante la mano el que no ha hecho un "barquito de papel" y lo ha mandado al mar en cualquier charco de la calle, donde el canal era un río... ¡Qué nostalgia! ¡Qué inocencia!
Laura Simó & Francesc Burrull - Barquito de papel
Barquito de papel,
sin nombre, sin patrón
y sin bandera,
navegando sin timón
donde la corriente quiera.
Aventurero audaz,
jinete de papel
cuadriculado,
que mi mano sin pasado
sentó a lomos de un canal.
Cuando el canal era un río,
cuando el estanque era el mar,
y navegar
era jugar con el viento,
era una sonrisa a tiempo,
fugándose feliz
de país en país,
entre la escuela y mi casa,
después el tiempo pasa
y te olvidas de aquel
barquito de papel.
Barquito de papel,
en qué extraño arenal
han varado
tu sonrisa y mi pasado,
vestidos de colegial.
El poema de León Felipe "vencidos" refleja la España quijotesca, altiva e irreal. Ese Quijote en la playa de Barcelona (Colonia Julia Augusta Paterna Faventia Barcino en el año 218 a.C.), ese deseo de volar como él, de enajenarse para no sufrir los rigores de la vida, para no ser sensato, para no ser Sancho.
Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar...
Y ahora ociosa y abollada, va en el rucio la armadura,
y va ocioso el caballero, sin peto y sin espaldar...
Va cargado de amargura...
que allá encontró sepultura
su amoroso batallar...
Va cargado de amargura,
que allá "quedó su ventura"
en la playa de Barcino, frente al mar...
Cuántas veces, Don Quijote, por esa misma llanura,
en horas de desaliento así te miró pasar...
y cuántas veces te gritó: "Hazme un sitio en tu montura
y llévame a tu lugar.
Hazme un sitio en tu montura,
caballero derrotado,
hazme un sitio en tu montura,
que yo también voy cargado
de amargura
y no puedo batallar.
Ponme a la grupa contigo,
caballero del honor,
ponme a la grupa contigo
y llévame a ser contigo,
contigo pastor..."
Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar...
Va cargado de amargura...
Va, vencido, el caballero
de retorno a su lugar.
Mediterráneo, imprescindible